VILLENA INICIA EL CENTENARIO DE LA CORONACIÓN Y EL AÑO JUBILAR
En el Santuario de Las Virtudes
El Papa Francisco ha designado que el Año de Gracia Jubilar en Villena, con motivo del centenario de la Coronación Canónica de la Patrona de Villena, esté comprendido entre los Días de la Esclavitud, celebrados en la capital del Alto Vinalopó desde el 18 de septiembre de 2022 hasta el 17 de septiembre de 2023.
Es por ello que este próximo domingo 18, a las 11:30 horas, se procederá a la solemne apertura de la puerta Santa en la Parroquia-Santuario de Ntra. Sra. María de las Virtudes, por parte del Sr. Obispo de la Diócesis de Orihuela Alicante, inaugurando así el Año Jubilar en Villena.
EL SANTUARIO DE LAS VIRTUDES
El Santuario es mayoritariamente de estilo renacentista. Posee un claustro con doble galería, con arcos de medio punto en la planta baja y arcos adintelados en la planta superior. En el centro del patio se encuentra un brocal doble para dos aljibes construidos en el s. XVII.
La iglesia (s. XVI) es de planta rectangular, con 3 naves separadas por pilares cuadrangulares. Hasta el Concilio Vaticano II, había siete altares: el Altar Mayor, donde se encuentra la Virgen de las Virtudes, y seis capillas situadas entre las pilastras de las naves laterales, dedicados a otros santos y santas. En el florón de una de las bóvedas, aparece la fecha de 1581, que se baraja como la de la posible consagración del templo.
El altar y el camarín de la actual iglesia están construidos sobre la antigua ermita de finales del s. XV, que fue utilizada por la Orden de San Agustín como cripta. El camarín, de estilo barroco, profusamente decorado, comenzó a erigirse a finales del s. XVII, aunque no se daría por concluida su construcción hasta 1711, si bien los frescos no se finalizarían hasta la década de los 30.
El camarín ha sido definido como “una auténtica estancia para una reina”. En las paredes se pueden observar multitud de escenas y personajes bíblicos, además de los escudos de Villena y de la Orden de San Agustín. En su interior, dividido en ocho partes, encontramos las virtudes de la Virgen María: tres virtudes teologales (la Fe, la Esperanza y la Caridad) y cuatro virtudes cardinales (la Prudencia, la Justicia, la Fortaleza y la Templanza), junto a la Gracia Divina.
Con motivo del XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen, en 1948 se remodelaron los alrededores del Santuario. Se mejoró el Hoyo y la Fuente del Chopo, y también se realizó la actual explanada, adornada por la Fuente de la Rana y una Cruz de Humilladero.
La rana, obra del escultor local Silverio Bravo, había sido instalada en el actual Paseo Chapí en torno a 1916, pero fue retirada para instalar el Monumento a Chapí. Fue restaurada en 2009.
La cruz es obra del también villenense Francisco Cerdán Milán y fue restaurada en 2007. Se trata de una cruz galaica en cuyas caras aparecen Nuestra Señora de las Virtudes y Jesucristo crucificado.
LEYENDA DE LA APARICIÓN
En torno a 1474 la población de Villena se trasladó a los alrededores de la Fuente del Chopo, huyendo de la peste que asolaba la ciudad. Al seguir presente la enfermedad, deciden encomendarse a un nuevo patrón o patrona. Cada vecino introdujo el nombre de un santo o una santa en un cántaro y posteriormente, un niño sacaría una de las papeletas. Hasta en tres ocasiones el nombre elegido fue el de la Virgen de las Virtudes, que nadie había introducido. El pueblo reconoció que la Virgen quería ser venerada bajo esa advocación. Mandaron a unos emisarios a buscar una imagen para traerla hasta Villena pero nada más salir se encontraron con dos jóvenes que custodiaban un arca con la talla de la Virgen de las Virtudes. Antes de que pudieran siquiera agradecérselo, los jóvenes habían desaparecido. Desde entonces, Nuestra Señora de las Virtudes es la patrona de Villena y abogada contra la peste. El pueblo hizo dos votos a la virgen: uno en marzo (día del voto) y otro en septiembre (día de la esclavitud mariana). En conmemoración, junto al Hoyo, se instaló
La talla original, de estilo románico, se destruyó durante la Guerra Civil. En 1939, el escultor villenense Antonio Navarro Santafé donó la talla actual, realizada siguiendo el mismo estilo, utilizando madera de pino para los cuerpos de la virgen y el niño, y madera de nogal para las cabezas y las manos.